LA HISTORIA DE MÈXICO COMO NUNCA ANTES....
CRITICA AL LIBRO :
Por la
indeseable insistencia de algunos de encontrar en nuestra Historia a semi-Dioses,
sin comprender que se trata de seres humanos, con defectos y virtudes.
Los Mexicanos contamos con muchos héroes o personajes trascendentes en
nuestra Historia, pero para nuestra desgracia, poca difusión se da de ellos.
“ Yo
siempre pensé, me decía ella, que los hombres poderosos, los políticos
invencibles que todo lo podían, estaban dotados de una gran generosidad en
materia de virilidad y, oh sorpresa, experimenté una frustración espantosa
cuando me percaté de todo lo contrario.”
Y Asi fue
como empezó el descubrimiento mas certero sobre los oscuros secretos del
presidente.
La parte
más interesante de todo esto me parece que es la política. En 2011 la CIA
(Central Intelligence Agency) desclasificó una gran cantidad de documentos
relativos al ’68.
¡El ejército mexicano jamás disparó en el '68 en contra de la
población! Fueron francotiradores ajenos a las fuerzas armadas dirigidos por
los generales Alfonso Corona del Rosa y Luis Gutiérrez Oropeza, quienes, con la
complacencia de Díaz Ordaz, abrieron fuego con objetivos políticos bien claros
que la historia oficial y los intereses creados se han encargado de ocultar
exitosamente. El así llamado "movimiento estudiantil de 1968" (del 22
de julio y al 2 de octubre del mismo año) fue urdido en los cuarteles generales
de la CIA para derrocar al gobierno de Díaz Ordaz e imponer a un dictador de
evidente inclinación pro yanqui. En aquellos años la Casa Blanca, a través de
la CIA, ya había impuesto nueve dictaduras militares en América Latina, como
sin duda fue el caso de Castillo Armas cuando en 1954 depuso a Jacobo Arbenz en
Guatemala y años después a Pinochet, de la misma manera en que EU, tiempo
atrás, había colocado a los Somozas, a los Trujillos y a los Ubicos y a otros
tantos gorilas más que comían en la mano del macabro Tío Sam. Washington
desquició una y otra vez el Cono Sur al patrocinar golpes de Estado con el
sobado pretexto de contener el avance del comunismo, misma política que
Johnson, un criminal aborrecible, llevaba a cabo al bombardear despiadadamente
Viet-Nam. ¿Cuál era la intención encubierta? Aplastar a los gobiernos
nacionalistas que atentaban en contra de los intereses norteamericanos. Se
trataba de inmovilizar militarmente a naciones y gobiernos para saquear a
placer y lo lograron... En 1967, en los tiempos de la guerra fría, el mundo
protestaba por la guerra de Vietnam; la revolución cubana estimulaba a los
jóvenes para organizar movimientos estudiantiles; en París, Roma, Berlín los
muchachos se rebelaban ante el pésimo nivel académico. Johnson sufría de una
amenazadora paranoia al pensar que en México pudiera darse otra tiranía comunista
como la existente en Cuba, oportunidad que, según él, aprovecharían chinos,
soviéticos y coreanos durante los juegos olímpicos para incendiar el
"patio trasero" norteamericano con las previsibles consecuencias para
el Coloso del Norte. Johnson no podía olvidar el catastrófico episodio de Bahía
de Cochinos y sufría de insomnios con tan solo imaginar el arribo de un Castro
mexicano pero con 3,000 kilómetros de frontera. ¿Qué tal cuando el 19 de mayo
de 1968 Edgar Hoover, director del FBI, denunció, sin elemento probatorio
alguno, que el Partido Comunista de México tramaba un conflito armado diseñado
por Cuba, la Unión Soviética y la China Comunista? Una mentira del tamaño de un
templo pero que anticipaba las negras intenciones de la Casa Blanca para imponer
a un tirano en Palacio Nacional. El choque entre estudiantes que se libró el 22
y 23 de julio de 1968 en la Ciudadela, jamás tendría que haber justificado el
violento ingreso de los granaderos en las preparatorias, según las
instrucciones incendiarias del regente Corona del Rosal, en acatamiento a las
de la CIA para iniciar todo un sangriento proceso de provocación estudiantil
orquestado para imponerlo como Jefe de la Nación. ¿Por qué Corona del Rosal y
Echeverría solicitaron la intervención del ejército en San Ildefonso? ¿Se
requería de la presencia de las fuerzas armadas para evacuar un edificio
"tomado" por un par de cientos de estudiantes armados, toda
proporción guardada, con "resorteras..."? ¿No era claro el
escalamiento del conflicto urdido y ejecutado por agentes gubernamentales?
¿Dónde estaban los infiltrados rusos o chinos o coreanos, así como sus
estrategias secretas para ejecutar la conjura? Quince días antes del 2 de
octubre aparecieron los primeros francotiradores que dispararon en dirección al
zócalo desde el edificio de la Suprema Corte. ¿Por qué se ha ocultado la
participación del coronel Manuel Díaz Escobar, que coordinaba a 16,000 halcones
en el DF y la de Ballesteros Prieto, quien promovía la integración militar de
América Latina con los Estados Unidos, en la inteligencia de que ambos
participarían más tarde en el derrocamiento de Allende, en Chile, como agentes
encubiertos de la CIA? ¿Por qué nunca se dijo que los dos, encabezados por
Gutiérrez Oropeza y por Corona del Rosal orquestaron la "operación
final" del 2 de octubre? Cuando el 13 de septiembre la sociedad mexicana
participó en la "Marcha del Silencio" y los ciudadanos pedían diálogo
—algo que no estaba dentro de los planes de la CIA— para evitar la confrontación
con el ejército y la policía, el Consejo Nacional de Huelga convocó a una
concentración en Tlatelolco, oportunidad esperada por la CIA, Corona, Díaz
Escobar y Gutiérrez Oropeza, para echar mano de sus francotiradores y disparar
en contra de la gente ignorando, obviamente, las intrucciones vertidas por
Marcelino García Barragán, Secretario de la Defensa, en el sentido de que no
"quiero muertos, quiero arrestar al comité de Huelga."
Uno de
los personajes memorables de los cuales tengo que mencionar no tenía ni idea de
su participación con Benito Juarez es MELCHOR OCAMPO , el leal servidor de la
Reforma, quien fue fusilado y colgado
de un árbol, por órdenes de Márquez el 03 de junio de 1861, El fusilamiento de
don Melchor Ocampo fue un hecho verdaderamente censurable. Cualesquiera que
fueran sus ideas políticas, se había retirado de los negocios públicos; y si en
éstos durante su permanencia en el poder había alguno que se juzgaba digno de
responsabilidad, debió sujetársele a juicio como lo había dispuesto Zuloaga, y
no fusilarle, sin oírle, como resultó por quien dispuso lo contrario. Que el
hecho llevó el sello de la arbitrariedad y de la injusticia, se deduce de que
nadie ha querido aparecer como autor de él, ni de la equivocación a que se
quiso atribuir su muerte. Don Leonardo Márquez, contestando desde Tepeji, el 3
de junio, a la carta que le escribió don Nicanor Carrillo, pidiéndole que
salvase al ex ministro de Juárez, le decía: "Tengo el grande pesar de
manifestar a usted que su carta llegó tarde. Hoy, a las dos de la tarde, el
presidente Zuloaga terminó el negocio sin que yo tuviera en esto injerencia
alguna, porque él es quien manda."
En esto
el general Márquez no refería lo que realmente había pasado. Pocos momentos
antes atribuía el fusilamiento de Ocampo, a una equivocación lamentable, y
ahora no titubeaba en asentar que la ejecución fue ordenada por quien, como ha
visto el lector, se mostró altamente indignado por ella.
Y
entonces que pasa con aquellos que como VENUSTIANO CARRANZA se le vivieron de personajes llenos de poder y gran Autoridad entre todos, Se sabe que a Carranza le hacía visible daño
hasta el hecho de que en su presencia fuese vitoreada la memoria de don
Francisco I. Madero. En realidad, se sentía superior a todos -como lo supo
descubrir Pancho Villa desde el día que lo conoció- y tenía la megalomanía de
ser el padre de la patria: de ahí que se creyera suficientemente facultado para
emprenderla contra los obreros incipientemente organizados, lo que constituyó,
sin duda, un acto reprobable en un dirigente revolucionario.
Pero
además contraproducente, pues esta política represiva trajo como resultado,
hacia 1919, la conformación de un organismo siniestro obrero llamado Grupo
Acción, origen de la posterior Confederación Regional Obrera Mexicana, mediante
la cual se instaura oficialmente el charrismo sindical, se somete a los obreros
al Estado y se da rienda suelta a todos los crímenes que los supuestos líderes
de estos obreros tuvieran a bien cometer, ya sea contra enemigos propios o los
que consideraran "enemigos" de la República.
La
revolución comenzaba a crear nuevos equilibrios. La democracia no advendría
después del movimiento armado. Por lo visto el precio pagado en materia de
vidas y de destrucción de la economía y del futuro había sido insuficiente.
Volvíamos
a resolver nuestras diferencias con las manos... ¿Y la ley?
Pues si
Carranza fue un represor de la clase trabajadora organizada.
Y sin
duda Felipe fue uno de los mejores hombres, de los pocos que ya no se
encuentran, Culminó con la vida de un inquisidor,
personaje creado con las características de esos personajes que enviaron a la
hoguera a sus amantes embarazadas.
Su muerte fue sin duda una de las mas
lamentables, Sin armas con que luchar y con el propósito de evitar una masacre
entre sus seguidores desarmados, dejando con ilusiones fuertes a nuestra
querida periodista.
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