9.3.09

PERIODO DE EXAMENES - ¡¡¡AUXILIO!!!

Hoy tienes un examen muy importante en el colegio y te encuentras fatal. Te duele el estómago y la cabeza. Tal vez tengas los músculos tensos, te tiemblen las manos o estés sudando. Sabes que no te ha picado el bichito de la gripe, pero es posible que tengas lo que coloquialmente se conoce como "nervios", y, más correctamente, ansiedad ante los exámenes.

He aquí cómo funciona la ansiedad. Supongamos que te preocupa el examen de matemáticas porque el último examen de esa asignatura no te fue muy bien. O tal vez estás tenso porque en el último examen te fue de maravilla y eres de esas personas que les gusta sacar todo sobresaliente. Cuando estás preocupado y tenso, todo tu cuerpo puede verse afectado.
Ansiedad de ejecución
Mientras están haciendo un examen, es posible que te pongas muy nervioso, sientas cosquilleos ote duela la panza o tengas dolor de cabeza tensional. Algunas personas pueden empezar a temblar o a sudar, o notar que el corazón les va más deprisa de lo normal mientras esperan a que les repartan el examen. Un estudiante con una ansiedad muy fuerte ante los exámenes puede incluso tener la sensación de que tiene que ir de vientre o de que va a vomitar.

¿Te suena a conocido? No eres el único. Pregunta a otras personas y descubrirás que todo el mundo - adultos y niños - experimentan alguna ansiedad antes de un examen. De hecho, una pequeña dosis de ansiedad puede ser positiva, al mantenerte centrado en la tarea y concentrado. Pero, cuando los síntomas son tan intensos que no te permiten funcionar o cuando estás tan ansioso que te encuentras realmente mal, lo más probable es que no puedas dar lo máximo de ti mismo.
Por supuesto, si no te has preparado bien el examen, es posible que estés preocupado - y por un buen motivo. Este tipo de ansiedad no es tan fácil de abordar porque, aunque consigas calmarte, seguirás sin saber las respuestas. Cuando te hayas preparado bien un examen y aprendas a controlar la ansiedad, tu conocimiento podrá resplandecer y sacarás buena nota.

¿No más exámenes?
Si los profesores saben que los estudiantes se estresan con los exámenes, ¿por qué los siguen poniendo? Lo creas o no, tanto los profesores como los alumnos se benefician de los exámenes. Los exámenes miden en qué medida los alumnos están aprendiendo las habilidades y la información que les enseñan los profesores. Y los exámenes de toda clase forman parte de la vida - desde el examen que harás algún día para sacarte el carné de conducir hasta el examen que tendrás que hacer si, por ejemplo, de mayor quieres ser médico.

¿Por qué nos ponemos ansiosos?Bueno, puesto que no podemos prohibir los exámenes, tal vez te interese saber cómo controlar la ansiedad ante los exámenes. . Estos síntomas pueden ser leves o intensos.
Si te centras en lo malo que podría ocurrir, tu preocupación aumentará todavía más. Puedes pensar: "¿Y si me olvido de todo?" o "¿Y si el examen es demasiado difícil?" Demasiados pensamientos como estos no dejan mucho espacio en tu mente para que puedas concentrarte en las preguntas del examen. Las personas con ansiedad ante los exámenes también se pueden estresar a consecuencia de las reacciones físicas propias de la ansiedad y pensar cosas como: "¿Y si vomito?" o "¡Oh no, me están temblando las manos!"

Estos pensamientos pueden hacer que la persona se altere todavía más, aumentando su nivel de ansiedad. La persona se sentirá peor, e incluso más distraida y más incapaz de concentrarse.

Como ya hemos mencionado antes, no haberse preparado bien para un examen (¡buff!) puede provocar ansiedad ante los exámenes.

¿Qué puedes hacer?
Tal vez estés leyendo este artículo y diciéndote para tus adentros: "¡Vaya, me veo retratado!" En tal caso, nos alegra que seas capaz de reconocer lo que te pasa. Ahora puedes dar los primeros pasos para controlar tu ansiedad ante los exámenes.


Prepárate bien para el examen: Presta atención en clase. Haz los deberes. Estudia para el examen. Si lo haces, será más probable que el día del examen tengas la sensación de que dominas la materia.
Espera lo mejor. Una vez te hayas preparado para el examen, piensa en positivo. Dite a ti mismo: "He estudiado y estoy preparado para dar lo máximo de mí mismo".

Aparta de tu mente los pensamientos negativos: Estate pendiente de cualquier mensaje negativo que puedas estar enviándote a ti mismo sobre el examen (por ejemplo, "No se me dan bien los exámenes" o "Si saco mala nota en este examen, suspendo la asignatura"). Este tipo de pensamientos puede empeorar la ansiedad e impedir que hagas bien el examen.

8.3.09

¿POR QUÉ ESTOY TRISTE?

¿Estás bajo de ánimos, sin ganas de nada, triste?

Sí es así, no estás solo. Todo el mundo se pone triste a veces. Sí, todo el mundo, todas y cada una de las personas que conoces. Algunas personas se ponen tristes sólo de vez en cuando, mientras que a otras les asalta la tristeza más a menudo. Más de la mitad de los adolescentes atraviesan un periodo de tristeza por lo menos una vez al mes y a bastantes niños les ocurre lo mismo.
Cuando uno está triste, puede tener la sensación de que ese sentimiento va a durar siempre, pero generalmente la tristeza no dura mucho -unas horas, o tal vez un día o dos. Hay un tipo de tristeza más profunda e intensa que dura más y que se denomina depresión.

¿Qué es la tristeza?

La tristeza es un sentimiento -una de las muchas emociones humanas normales, o estados de ánimo que tenemos todos. La tristeza es la emoción que sentimos cuando hemos perdido algo importante, cuando nos ha decepcionado algo o cuando ha ocurrido alguna desgracia que nos afecta a nosotros o a otra persona. Cuando nos sentimos solos, a menudo nos sentimos tristes.
Cuando estás triste, es fácil que el mundo te parezca oscuro e inhóspito, y que no haya nada que te haga ilusiónar. Es posible que el dolor que sientes en tu interior no permita que aflore tu buen humor habitual.
Cuando estés triste, es posible que tengas ganas de llorar, y a veces te resultará difícil contener las lágrimas. Pero probablemente el hecho de llorar te ayudará a sentirte mejor.
A veces, cuando uno está triste, sólo quiere que le dejen solo durante un rato. O puede preferir que otra persona le consuele o se limite a hacerle compañía mientras él se va reponiendo de la tristeza. Hablar sobre lo que nos ha puesto tristes suele ayudar a mitigar este sentimiento.
Cuando la tristeza se empieza a alejar, es posible que tengas la sensación de que te están quitando un gran peso de encima.


¿Por qué es natural estar triste?

Estar triste de vez en cuando es algo completamente normal. Tal vez no hayas logrado algo que deseabas con todas tus fuerzas. Tal vez echas de menos a alguien. Tal vez alguien que te cae muy bien no quiere ser tu amigo y eso te duele. O quizás padezcas una enfermedad o un trastorno que te impide hacer cosas que te gustaría hacer, o que te hace sentirte diferente de tus amigos. Hay muchos motivos por los que una persona puede sentirse triste.
La mayoría de las veces, la tristeza se debe a una pérdida o separación, a un cambio difícil, a que hay algo que nos ha decepcionado o a problemas de relación.

Pérdida y separación

Se trata de la causa más habitual de tristeza. Es muy triste perder a alguien o algo que teníamos en gran estima. Hay muchos tipos de pérdidas. La muerte de un familiar, amigo o mascota puede sumir a una persona en una tristeza que puede durarle semanas o meses. El tipo de tristeza que uno experimenta a raíz de la pérdida de un ser querido tiene un nombre concreto -duelo.
Otros tipos de pérdidas o separaciones de personas que son importantes en tu vida también te pueden provocar tristeza, por ejemplo, que tus padres se divorcien. A veces, es muy difícil pensar con claridad porque no te puedes quitar la pérdida de la cabeza. Generalmente, la intensidad de la tristeza provocada por la pérdida se atenúa con el paso del tiempo, aunque en las pérdidas muy importantes es posible que siempre quede algo de tristeza.

Cambios

Los cambios que te obligan a alejarte de algo (o alguien) querido, como trasladarte a otra cuidad o cambiar de colegio, lo que suele suponer tener que separarte de viejos amigos, también pueden hacerte sentir triste. La llegada un nuevo hermanito también puede provocarte tristeza, a pesar de que todo el mundo piense que deberías estar contento.

Decepciones

Las pequeñas y/o grandes decepciones, como perder un partido que esperabas ganar, sacar mala nota en un examen o que no te inviten a una fiesta también pueden ponerte triste. La tristeza es una reacción natural ante ese tipo de cosas. La intensidad de esa tristeza suele estar relacionada con la magnitud de la pérdida o de la decepción.

Relaciones

Las relaciones suelen aportar alegría y diversión la mayor parte del tiempo. Pero la tensión y los conflictos en las relaciones importantes, o la ruptura de una relación también pueden ser motivo de tristeza. Muchos niños se pelean con otros miembros de su familia, especialmente con sus padres, mientras crecen y luchan por ganar cada vez mayor independencia.
La gente suele experimentar tristeza cuando tiene algún problema con sus seres queridos, o cuando recibe muchas críticas y reprimendas. Se puede discutir por motivos tan diversos como el dinero, la ropa, el corte de pelo, los estudios o los amigos, y este tipo de discusiones también pueden provocar tristeza. En tu centro de estudios, los problemas que puedas tener con los profesores y el hecho de sacar malas notas también pueden hacer que te sientas triste.


Más cosas que pueden ponerte triste

Otros niños, se trate de amigos, desconocidos o conocidos que no son amigos tuyos, pueden herir tu sentimientos y hacerte sentir triste al propiciar enfrentamientos, meterse contigo, o presionarte para que hagas"lo que hacen todos los del grupo", rehusar apoyarte cuando necesitas apoyo, o no dejarte participar en las actividades grupales. No sentirte comprendido por tu círculo familiar o de amistades también puede hacerte sentir triste.
A veces, la tristeza se mezcla con otros sentimientos. Cuando uno está triste, también puede sentir enfado o culpa. Es posible que tienda a buscar culpables, intentando echar las culpas de lo ocurrido a otras personas o a sí mismo. Algunas veces, los niños creen erróneamente que las cosas tristes, como la muerte, la enfermedad de un ser querido o el divorcio de sus padres, son culpa suya -pero están equivocados. Ellos no son los causantes de tales sucesos.
 

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